A las nueve de la tarde comenzaba la Vigilia Pascual en la Parroquia San José Obrero. En esta ocasión Don Diego presidió la celebración y Don Javier le asistió en cada uno de los ritos de la rica celebración litúrgica.
Una vez encendido el fuego y bendecido el Cirio Pascual, se inició la procesión en medio de la oscuridad del templo. Tras la lectura pausada de la Liturgia de la Palabra, renovamos las promesas bautismales.
En la homilía se nos invitó a estar atentos a la historia de la salvación, como una historia continua de «búsquedas» y «encuentros» por parte de Dios y de los hombres. Los discípulos fueron a buscar a un muerto y se encontraron con un vivo; Dios siempre sorprende.
La gente salió muy contenta. Era la primera ver que nuestros sacerdotes presidían la Vigilia en esta iglesia, desde la constitución de la Unidad Pastoral.
¡Caminamos juntos, como testigos del Resucitado!
Y dos horas después, a las once de la noche, comenzaba la Vigilia Pascual en la iglesia de San Cosme y San Damián. En este caso, Don Maxi ha presidido esta bonita celebración en que muchos fieles y la Cofradía participó activamente.
Además, Elsa recibió los sacramentos de la Iniciación Cristiana: el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Ella, como otros jóvenes, se ha preparado y vive su fe en el grupo de adolescentes de la parroquia.
Llenos de admiración y agradecimiento, seguimos creciendo recibiendo a tantos que quieren vivir la fe de un modo nuevo.
¡Caminamos juntos, como testigos del Resucitado!