«Prefiero en Paraíso» son las palabras que pronunció San Felipe Neri, cuando le ofrecieron ser cardenal. No quiso, porque tenía claro su meta y no permitió que nada le distrajera. Un trocito de ese Paraíso se anticipa en cada Encuentro con Jesús.
El Cielo puede parecer algo reservado solo para algunos, una exigua casta de elegidos. Pero el Cielo es para todos. Es el gran regalo de Dios, que Jesús nos ha conquistado con su muerte y resurrección.
En el LifeTeen del pasado viernes, nos unimos como Iglesia en la tierra a la Iglesia del Cielo, y a la Iglesia que se purifica esperando el momento definitivo de ver a Dios «cara a cara».
¡Damos gracias por este misterio tan grande y sublime! ¡Caminamos con un horizonte!