El pasado día 1 de junio, Burgos se vistió de fiesta y deporte. Un total de 55 equipos, con más de 350 jugadores, participaron en el «I Torneo San Cosme y San Damián – San José Obrero» de fútbol sala y baloncesto 3×3, en las instalaciones del colegio Círculo y en el polideportivo anejo.
Participantes de todas las categorías: benjamín, alevín, infantil, cadete y adulto. No faltó un público entregado y muy animado, con un ambiente fabuloso de deportividad y competición.
Vistosidad y gran participación. Equipos de la ciudad y de la provincia. Todos formando un solo EQUIPO.
La voluntad para alcanzar una meta, frente a las trabas y dificultades que te encuentras a lo largo de una competición es, sin duda, un valor de los muchos que tiene el deporte y en cierta manera se reconoce como la cultura del ESFUERZO.
El esfuerzo ayuda a la formación de la persona, así como la disciplina y la perseverancia… Todo esto se entrena y se inculca desde las edades más tempranas y por este motivo es importante que sigamos llevando adelante actividades como estas.
Muchos decían: «¡Estamos cansados pero muy contentos! Hemos hecho lo que teníamos que hacer.»
¡Grandes momentos vividos y grandes lecciones aprendidas en este torneo!
Este primer Torneo que tiene vocación de continuidad, ha demostrado, que más allá de la rivalidad de los equipos, existe un compromiso de todos por la base y la cantera. Es lo importante.
Fueron más de 3000 espectadores los que se hicieron presentes durante toda la jornada: familiares, amigos, compañero. ¡Y es lógico! La automotivación y el autorrefuerzo positivo se vuelven fundamentales para adquirir el estado de concentración y preparación que se requiere en una competición.
Para muchos deportistas la afición y los espectadores les da sensación de seguridad, de confianza y los capacita para rendir al máximo.
Estamos convencidos que tuvimos la mejor AFICIÓN, la más guerrera y la más generosa. ¡Somos familia!
Todos experimentamos éxitos y fracasos en la vida, y ambos pueden ser valiosas experiencias. Sin embargo, es importante reconocer la diferencia entre la VICTORIA y la derrota y los beneficios que pueden aportar.
«A veces se gana, y otras veces… ¡se aprende!», pero nunca se pierde. A través de las derrotas, podemos aprender también lecciones importantes.
¡Muchos ganadores y muchas emociones encontradas!
David Böhm y Alberto Alonso ‘Totte’ del CB Tizona, Roko Rogic, Dusan Ristic y Miha Lapornik del Longevida San Pablo, fueron los encargados de entregar los TROFEOS a los campeones, a los subcampeones y a los terceros clasificados de cada categoría.
Fue el momento estelar. Además de reconocer el cariño a los jugadores se mostró por vez primera cómo los dos equipos del baloncesto burgalés clasificados para la Final Four coincidían tras la clasificación del Tizona.
Rivales pero unidos por una buena causa. ¡Muchos aplausos y emociones! ¡Un público entregado!
Todo esto es y ha sido posible por el trabajo ingente de los VOLUNTARIOS. A ellos les agradecemos su esfuerzo y cercanía. ¡Hemos hecho del deporte una fiesta y de la fiesta un modo de vivir!
Agradecemos también al Colegio Círculo, a la federación de árbitros, a las empresas y administraciones, a los privados y colegios, a Dj Akinius, a nuestro speaker de moda, fotógrafas, al público en general que permanecieron fieles hasta el final… Colectivos, familias enteras, médicos…
¡Ya queda menos para la segunda edición! ¿Te apuntas?
Son solo cinco. Cinco fotografías que resumen una jornada intensa, única e inigualable. Cinco son los dedos de la mano, y de «manos» ha ido este Torneo:
1. Manos que conforman una nueva visión de las cosas y de las personas.
2. Manos, que por encima del hombro, son el apoyo del que tienes a tu lado.
3. Manos que se unen para hacer equipo, y que donde hay dispersión haya unidad.
4. Manos que alzadas celebran la victoria.
5. Manos que extendidas hacen que tú también quedas, que seas protagonista de algo histórico.
Solo son cinco. Las cinco que resumen que todo esto merece la pena. ¡Gracias! ¡Siempre gracias!