Lo que vivimos el pasado miércoles 20 de diciembre, en nuestra Unidad Pastoral, fue algo fuera de lo normal. La iglesia de San José Obrero llena de gente, familias participativas, niños ilusionados, catequistas comprometidos, técnicos de luz y sonido encantados, jóvenes dispuestos, mayores emocionados… ¡No hay palabras para describir tanto! La Navidad comienza, como es tradición, con este festival.
Tras la proyección de la Felicitación de Navidad, donde recordamos todo lo que nuestra Unidad Pastoral ha hecho y hace por ser «Iglesia entre las casas de los hombres», comenzamos con mucha ilusión.
Un caminante se iba encontrando con personajes de todos los lugares y les explicaba todo lo que había sucedido en tiempos de Jesús, todo lo que había pasado en Belén. Entre narración y narración tocaba la actuación de cada grupo, metiéndonos en cada una de las escenas… muy bien uniformados iban poniendo música a esta maravillosa historia de salvación.
El solemne poema de Antonio Machado abría este Festival: «Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar.»
¡Muchos niños! Con los personajes de ayer y los de hoy. ¡Mirad!
Hubo muchos villancicos. Villancicos de ayer y villancicos de hoy. Graciosos, populares, emotivos… con palmas, gestos y coreografías.
Una Navidad llena de color, de variedad, y de recogimiento. ¡Qué bonito fue! Desde los más pequeños hasta los mayores. ¡Cómo se lo han trabajado los catequistas! Semanas y semanas para conseguir estos resultados. ¡Gracias, catequistas! Sois un gran equipo.
Una de las cosas más bonitas fue contemplar los rostros de los niños y participantes: ilusión, satisfacción, confianza… El rostro es expresión sencilla de lo que uno vive y siente.
En nuestra Unidad Pastoral hacemos que cada uno se sienta conocido y reconocido, que cada uno se sienta amado y querido. Hacemos que cada rostro sea único.
¿No somos únicos para Dios?
La sorpresa llegó en medio del Festival. El niño Jesús hizo su entrada; en este caso era el pequeño Manuel, que con tan solo mes y medio, interpretó el papel más emocionante y tierno.
El fue el personaje principal de el belén que ya se había preparado…. María, José, el ángel, los pastores. ¡Y el Niño! En la oscuridad, introducidos por el evangelio del nacimiento, don Diego llevó a Manuel acompañado de las luces de las velas y lo recostó en los brazos de María. ¡Aplausos y emoción por todas partes!
Un auténtico espectáculo. ¡Muy emocionante y gratificante! Manuel ya es famoso por ser el más peque de los que estábamos allí reunidos.
Y tras el saludo de don Maxi y el canto de despedida, concluía el Festival con la entrega de premios de los Concursos de Postales y Adornos navideños que se han llevado a cabo en nuestra Unidad Pastoral. Más de un centenar de participantes fueron obsequiados, con premios para cada categoría.
También tuvo lugar la rifa de la Cesta de Navidad, cuyo afortunado fue el número 289.
Finalmente, ya en el exterior de la iglesia, chocolate caliente y churros recién hechos para todos. ¡Una Navidad diferente en un año muy especial!
