Potes, Santo Toribio de Liébana, Cangas de Onís, Covadonga, Llanes o Santillana del Mar han sido las localidades que hemos visitado. Y es que la semana pasada, un grupo de treinta y cuatro personas de nuestra Unidad Pastoral, peregrinaron hasta allí con ocasión del Año Jubilar Lebaniego.
Es en Santo Toribio de Liébana donde se venera el Lignum Crucis; Dios hecho hombre fue crucificado dando su vida por cada uno de nosotros.
La reliquia llegó al Monasterio al mismo tiempo que los restos de Santo Toribio, alrededor del siglo VIII d.C. a fin de protegerla del avance árabe en la península. Fue traída de Astorga adonde llegó a su vez en el siglo VI d.C. desde Roma de manos de Santo Toribio, primer obispo de Astorga.
Según el P. Sandoval, cronista de la orden benedictina, esta reliquia corresponde al “brazo izquierdo de la Santa Cruz, que Santa Elena (madre del emperador Constantino, en el siglo IV d.C.) dejó en Jerusalén cuando descubrió las cruces de Cristo y los ladrones. Está aserrado y puesto en modo de Cruz, quedando entero el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo”.
Y junto con Cristo, María; la mujer que interioriza el misterio de Dios.
A pesar de todos los pronósticos respetó la lluvia ☔️ y reinó el buen ambiente. También hubo tiempo de visitar las cuevas del Soplao y las cuevas de Altamira.
Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos. (Salmo 133,1)
Damos gracias a Dios y a los sacerdotes de nuestra UNIDAD PASTORAL, por estos días que hemos disfrutado.
Muy bien organizada, las visitas muy bien explicadas (la guía perfecta), las Eucaristías, rosarios y ratos de oración un gozo.
Bendita INDULGENCIA PLENARIA que une a los hermanos y nos hace disfrutar de la convivencia y compartir (la charla nocturna genial).
Gracias sacerdotes, gracias hermanos, gracias Iglesia, Tú nos convocas y nos reúnes.