«El Sufrimiento no tiene la última palabra»

La ilusión se difumina cuando aparece un problema en la vida. Es lo que ocurre cuando todo lo que creíamos seguro se empieza a desmoronar; el dolor, el sufrimiento y la muerte hacen que la vida muchas veces se convierta en un sinsentido. Con ocasión del relato de Job y de la curación de la suegra de Pedro, dimos un sentido nuevo a lo que muchas veces nos hunde.
Cuando compras algo nuevo eso te ilusiona. El problema viene cuando al abrirlo está desmontado. Parece imposible: comienza el primer escollo. Incapaz de montarlo uno decide consultar las instrucciones: no entiende nada y se confunde. Uno decide observar la ilustración que lo acompaña: cada vez se confunde más. Solo cuando decide ponerse en manos del «experto» o del «profesional» puede ver luz ya que ofrece pistas para seguir.
El sufrimiento en la vida no tiene la última palabra. Solo tiene la última palabra aquel que tuvo la primera. ¡En tus manos estamos! ¡En ti confiamos!