«Decir la verdad siempre es lo mejor». Con esta máxima, los niños de la
Pandilla de Jesús, pudieron trabajar, el pasado sábado, el valor de la verdad… Porque la verdad siempre sale a la luz.
Con las aventuras de «la Srta. Doña Mentirijilla», con los animados «Calce» y «Tin», y todos sus amigos, pudieron disfrutar aprendiendo, jugando, siendo pequeños chefs… Y es que no hay mejor cosa que aprender divirtiéndose.
Mentir consiste en no decir la verdad con ánimo de engañar. Pero, así como hay una sola forma de declarar la verdad, la mentira presenta infinitas modalidades.
Se puede ocultar la verdad, disimular la situación, tergiversar la realidad, decir lo que no es o no decir lo que es, hablar de más o de menos, no hacer o no pensar lo que se dice, mantener lo que no se cree, prometer lo imposible, usar la ambigüedad, y un largo etcétera que se resume en no ir con la verdad por delante.
La mentira tiene un atractivo especial debido a su capacidad para cambiar la realidad. Si cuela que yo no he hecho tal cosa, es como si yo realmente no la hubiera hecho.
Por eso, «decir siempre la verdad es lo mejor». Porque la verdad nos hace muy libres.