Al final del curso, varios miembros de la Unidad Pastoral de San Cosme y San Damián – San José Obrero, se dieron cita para celebrar juntos la alegría de pertenecer a una comunidad de fe, esperanza y amor. El día ciertamente acompañó mucho.
Una etapa del Camino de Santiago, desde Hontanas a Castrojeriz, marcaba las pautas y de un modo visual podíamos ver lo que ha significado caminar juntos este curso: avanzar, esperarse, acelerar, pararse, compartir, convivir… Una yinkana nos ayudó a poder descubrir los variados hitos del camino.
Después hubo unos juegos cooperativos que fueron las delicias de los mayores y pequeños. Una gran paella , hecha por las familias más jóvenes, hizo las delicias de todos, en ese emblemático convento de San Antón.
Este fue el testimonio de una familia: «Nosotros, como familia, damos gracias a Dios por la oportunidad que nos brindan las Parroquias: son nuestra segunda casa. Lo primero por nuestros hijos, que merecen crecer en un ambiente sano y cristiano; lo segundo por nosotros que vemos cómo los sacerdotes y catequistas nos dedican todo el tiempo del mundo.»
¡Un día del Corpus Christi diferente! ¡Viviendo la comunión en el Sacramento de la Comunión!
