«Te conocimos, Señor, al partir el pan; Tú nos conoces, Señor, al partir el pan» es el estribillo de una hermosa canción que hace referencia al relato de Emaús, la aldea hacia la que se encaminaban los discípulos el día de Pascua huyendo de Jerusalén.
Casa domingo nos encontramos con Jesús y viene a llenar nuestra vida. Independientemente de la capacidad del recipiente, todos pueden llenarse y ninguno está más lleno que el otro, porque solo hay opción de estar llenos o de estar vacíos.
La parábola de las diez doncellas nos invitaba a estar provistos de lo mejor, a no dejar para la última hora lo importante… a no perdernos por nada del mundo el encuentro con el Señor.
Y esto dentro y fuera de la iglesia, en cada lugar, con cada familia, con cada persona, en cada momento.
¡Sigamos caminando!